Para el tocado de guadameci, tomo como inspiración en cuanto a la forma un babero, y en cuanto al colorido y estampado, un mantón de manila.

Tras diseñar un dibujo que tiene algo de volumen, se transfiere con un buril a una plancha de escayola. Seguidamente para sacar un positivo, se vuelve a transferir a otra plancha de resina, con el fin de conseguir un molde resistente del que podré sacar más piezas.

Cortar dos caras de cuero, rebajarlo en su base. Con una prensa grabar el cuero, ferretearlo. Reforzarlo con tarlatana, darle el vuelto que previamente ser habrá rebajado e introducir un alambre, que ayudará a dar consistencia al tocado. Es importante dejar un trozo del mismo en el extremo. En todo este proceso las dos caras del cuero tienen que coger una cierta curvatura. Forrarlo y se procede a unir con cola las dos caras por el borde exterior.

Rematar los extremos de alambre. Con el tridente abrir caminos para poder hacer el punto español con tireta. Dar pan de plata, corlarlo y policromarlo. Envejecerlo y por último realizar el punto español.

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