Nacida en Amsterdam pero criada en Barcelona, la joven diseñadora se dio a conocer en la Pasarela Cibeles de 2007. Con tienda propia en la Ciudad Condal, destaca por su estilo desenfadado, con el que ha recuperado el chándal para las pasarela.

I.L.H. / Burgos

Chándal y tacones. Lo que hasta ahora era considerado la ‘antimoda’ puede convertirse en tendencia. Lo propone Krizia Robustella, una joven diseñadora que se dio a conocer hace un par de años por reciclar la prenda deportiva y convertirla en un diseño ‘de lujo’. Sport deluxe, así es como la prensa especializada bautizó su estilo y, de momento, no le va mal. Tiene tienda y taller en Barcelona y una larga lista de seguidores que eligen su ropa excéntrica y vanguardista para vestir tanto de día que de noche. De todo ello habló ayer a los estudiantes de la Escuela de Arte en la apertura de las V Jornadas de Diseño y Moda.

¿El chándal puede ser elegante?
Sí. Bueno, es un poco hortera a la vez, pero esa es precisamente la idea. Más que el chándal en sí -sudadera y pantalón- es coger esa ropa deportiva diaria y darle un nuevo toque más de lujo. Que esa misma ropa te sirva para comprar el pan o para ponértelo con tacones e ir a una fiesta.

¿Me está diciendo que el chándal y los tacones combinan bien? Porque hay gente que lleva reivindicándolo años y no les hemos hecho caso…
Claro, sí, por qué no. Nosotros lo proponemos. Y con lentejuelas, camisas…

¿Y hay alguna prenda que no pegue con nada?, ¿que nunca incluiría en su mezcla de estilos?
Creo que no. Porque el traje de novia igual no pega con nuestra firma, pero si lo hacemos con un chándal, por ejemplo, conseguimos un juego irónico chulo. Se puede usar todo. Es lo bueno de utilizar lo deportivo y el lujo: puedes coger cualquier prenda, modificarla y deconstruirla.

¿Le pasa lo mismo con las telas y los tejidos?
Hasta hace poco pensaba que la seda u otros tejidos elegantes no podría usarlos, pero ahora es lo que más me apetece para darles ese rollo deportivo.

¿Quién dice o dónde nace lo que es o no es tendencia?
Lo deciden los coolhunters (cazatendencias), que para eso es su trabajo. Nosotros, los jóvenes diseñadores, vamos un poco a nuestro aire.

¿Pero nace en la calle o la calle va detrás?
Son ambas cosas. Está la calle, la política, lo que está pasando en el mundo o cualquier cosa. Influye todo y los coolhunters lo que hacen es fijarse en ello: viajan, pasean, se detienen en una tribu urbana nueva…

¿Y un joven diseñador no puede marcar tendencia?
Sí, también. Yo voy a mi bola. Y a veces te das cuenta que coincides con el resto en el color. Aunque para el mí el color va en función del tema que elijo.

¿Qué papel juega en una colección su puesta en escena?
Nosotros le damos una gran importancia porque creamos una historia con cada colección y queremos que esté bien explicada. Como es ropa, al fin y al cabo queremos darle otro valor para que cuando alguien compre una prenda no lo haga porque es Robustella sin más, sino que lo haga pensando en el significado.

¿Y ese valor añadido, esa imagen que acompaña a la ropa, se puede vincular con cualquier cosa?
Bueno, tenemos los valores de la marca (el hip hop, el rollo un poco macarra, el lujo y el deporte), pero luego abarcamos cualquier tema: los domingueros, las niñas pijas con perro…

Chandal y Tacones son una buena combinación (diariodeburgos.es)

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